Experiencia
profesional
Mi nombre es Rodrigo López Landauro
Igual que muchos vendedores en el mercado, yo caí en las ventas de forma casual. Tenía algo de 21 o 22 años, estaba estudiando ingeniería mecánica en una universidad privada en Lima, y para costear mis estudios, hacía de todo.
Daba clases particulares de matemática, física e inglés, vendí ropa, trabajé en la farmacia de mi padre, hacía trabajos temporales en ferias, etc. Hasta que un día una amiga me sugirió que hable con una persona que estaba buscando vendedores para su empresa.
Resultó siendo una pequeña compañía que importaba y vendía repuestos para maquinaria pesada. Hasta entonces ser vendedor no había cruzado por mi mente, pero tomé el trabajo; el horario era flexible, podía asistir a clases y visitar clientes a la vez (organizando mis tiempos), y claro, potencialmente podía ganar mucho dinero (si vendía). El sueldo base era miserable, no alcanzaba ni para la gasolina de mi moto; tenía que vender, sí o sí. Acepté el reto. Casi sin ningún entrenamiento, salí a “la cancha” (como decimos en Perú), o sea de frente a visitar clientes.
Empecé a mitad de año, pero para diciembre, ya era el vendedor con el mayor nivel de ventas de toda la empresa; sí en medio año vendí más que cualquier otro vendedor en todo el año. Entonces empecé a considerar seriamente esta profesión; horarios flexibles, no pasar 8 horas encerrado en una oficina, conocer personas de todo nivel, respirar aire, viajar, y claro, ¡ganar más dinero que otros empleados, a veces más que el gerente!
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Luego de esa experiencia trabajé para distribuidores oficiales de marcas como Komatsu, Mercedes Benz, Ingersoll Rand, Hyster, Caterpillar y John Deere.
Luego de unos años como vendedor, subí la escalera corporativa a gerencias comerciales, hasta llegar a la gerencia general del distribuidor de John Deere en la selva, y luego como Director de Ventas para LATAM de una empresa suiza, fabricante de drones topográficos de alta tecnología.
La mitad de mi carrera la he pasado en cargos gerenciales, pero eso no significa que el día de hoy ya no venda; sigo visitando clientes (acompañando a los vendedores), sigo negociando, sigo cerrando negocios. En el fondo sigo siendo un vendedor, me fascina.
En todos estos años, lo he visto casi todo en ventas, he recibido muchas capacitaciones de ventas y de productos, en el Perú y el extranjero. He visto estupendos vendedores, he visto malos vendedores.
Lo he escuchado todo, desde magníficos speech de ventas, hasta lamentables intentos de vender, que no llegaron a nada. He visto vendedores exitosos, he visto personas que intentaron ser vendedores y solo duraron unos meses.